La semana pasada terminó lluviosa y gris. Esta semana ha empezado de la misma manera, con días muy nublados y lloviendo fuerte. Me encantan esos días en que llueve a cantaros y el cielo está plomizo. Me relajan y me centran en el trabajo. Y me traen recuerdos de mi infancia, de cuando llovía y el agua me calaba hasta la piel, sobre todo la de los pies. Al llegar a casa mi madre me quitaba toda la ropa mojada, me daba un baño calentito y con una toalla enoooooorme me secaba todo el cuerpecillo y el pelo, me vestía con ropa cómoda de estar por casa y terminaba de secarme el pelo con secador. Que recuerdos tan bonitos de un día de lluvia. Así que por más que llueva yo solo puedo sentir felicidad.
Sin embargo, la felicidad que he sentido esta semana gracias a la lluvia no es la que he sentido pintando. No me centro, no me encuentro, no saco nada que me convenza, tan solo lo que dejo hoy aquí. Y uno de ellos es tal cual la semana meteorológica y pictórica. Al título me remito.
Sin título · Bolígrafo sobre papel · 15x20,5
Hoy lo veo todo gris · Técnica mixta sobre papel · 15x20,5